MADERA DE IROKO
Procedencia
La madera de iroko o iroco es el nombre que recibe el material proveniente del árbol Milicia excelsa, una especie que crece en cantidad de países del centro y este de África. A pesar de que la especie está considerada amenazada desde 1998, su intensa explotación continúa hoy en día. Su apariencia es similar a la madera de teca, por ello es conocida como la “teca africana”.
Color
La madera de iroko es de color marrón claro o amarillo pálido, tanto su albura como el duramen, y con el tiempo se oscurece adquiriendo un color dorado o rojizo, dependiendo de la luz.
Textura
La madera de iroko tiene una fibra recta aunque tiende a entrelazarse ligeramente, y el grano varía de tamaño medio a basto. Es una madera pesada, aproximadamente con una densidad de 650 kg/m3.
Durabilidad
La madera de iroko es una madera dura, de las más resistentes de las maderas tropicales, especialmente frente a la putrefacción y al ataque de insectos. También es resistente a la flexión, la compresión y la tracción.
Características
Trabajar con la madera de iroko puede presentar algunos inconvenientes si tenemos en cuenta que dicho material contiene algunos restos calcáreos que pueden provocar cierta abrasividad, por ello se aconseja utilizar mascarilla y protección a la hora del aserrado o su cepillado, especialmente. Los taninos en su resina pueden dificultar el secado de barnices oxidantes y el encolado con colas de caseína, mientras que el atornillado se puede clavar sin problema. La albura de la madera de iroko es impregnable, pero el duramen no tiene esta propiedad.
Usos
Puesto que se trata de una madera tan resistente, la madera de iroko se utiliza especialmente para carteles y tallas en madera expuestos a la intemperie. También se utiliza para construcciones de exterior, como tarimas, carpintería, estructuras, chapas decorativas, mobiliario de parques y jardines, ebanistería y construcción naval, escaleras, puertas, revestimientos, frisos, tarimas, rodapiés y molduras varias.