MADERA DE BUBINGA

Guibourtia tessmannii
madera de bubinga

Procedencia

La madera de bubinga se obtiene del árbol Guibourtia tessmannii, una especie perteneciente a la familia Cesalpinaceae. Recibe diferentes nombres según el país de comercialización, entre los que destaca bubinga (Europa y Camerún), akume (EE.UU.), kevazingo (Gabón), oveng (Guinea Ecuatorial) o waka (Zaire).

 

Color

La madera de bubinga tiene un color pardo rosáceo o rojizo con algunas vetas de tinte violáceo que se difumina con la exposición al aire y a la luz. La albura se distingue bien por su color crema.

 

Textura

La corteza de la madera de bubinga es delgada y al desconcharse deja ver un interior anaranjado con discos en la superficie. Se trata de una madera pesada y dura con grano medio y con fibra veteada con ondas finas y amplias.

 

Durabilidad

La madera de bubinga tiene una buena durabilidad, sin embargo, con un contacto directo con el suelo o en un ambiente húmedo, la albura puede ser atacada por hongos o insectos. Por ello, es recomendable aplicar el tratamiento adecuado para su correcta conservación durante años.

 

Características

La manipulación de la madera de bubinga es fácil con la maquinaria adecuada a pesar de su dureza. No produce abrasividad al cortarla y su aspecto final tiene un aspecto rosáceo muy atractivo. Su corteza tiene propiedades adherentes en cuanto a barnices y tintes se refiere, y el secado suele ser rápido y con un resultado formal a pesar de su superficie dura. Su encolado, clavado y atornillado se trabaja bien, aunque se recomienda realizar un pretaladro.

 

Usos

La madera de bubinga es apreciada para la fabricación de ornamentos como chapas decorativas, muebles o sillas especiales o estándar, paneles decorativos o parquet. También se utiliza para la fabricación de mangos de utensilios o juguetes, así como para la carpintería pesada, las traviesas de ferrocarril o la construcción de vagones.